Después de las elecciones presidenciales del 20 de octubre en Bolivia, se dio una escalada de violencia y racismo en varias regiones del país, favorecida por el repliegue de la policía nacional a sus cuarteles. Además de realizarse enfrentamientos callejeros y saqueos, grupos armados amenazaron a dirigentes del partido oficial, ministros y cargos públicos para obligarlos a renunciar.
Ante las acusaciones de fraude y la organización de disturbios por parte de la oposición, el presidente Evo Morales pidió un dictamen sobre la calidad de los comicios a la Organización de Estados Americanos (OEA), la cual aconsejó que se repitieran las elecciones. La idea fue aceptada por el mandatario, quien anunció la celebración de nuevas elecciones. Sin embargo, la presión de las fuerzas armadas, la abierta sublevación de los mandos policiacos y la violencia irracional contra sus partidarios y colaboradores lo llevaron a renunciar a su cargo.
Ante lo sucedido, en el ITP:
– queremos manifestar nuestro repudio y preocupación ante el golpe de estado cívico, policial y militar que se cometió el fin de semana pasado en contra del presidente legítimo del Estado Plurinacional de Bolivia, y que ha sumido al país latinoamericano en la incertidumbre y la violencia.
– exigimos el respeto de la vida y la integridad de todos los líderes y funcionarios del gobierno depuesto, así como el cese inmediato de la violencia en contra del pueblo boliviano.
– condenamos el silencio de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante la situación de escalamiento de la violencia de fuerzas de la oposición, su falta de respaldo inmediato al comunicado del presidente Evo Morales anunciando nuevas elecciones y el no haberse pronunciado de manera contundente una vez ocurrido el golpe.
– solicitamos a los organismos internacionales y a los gobiernos de la región colaborar en el pronto restablecimiento de la paz social en el país sudamericano, para que pueda llevarse a cabo un nuevo proceso electoral y sea el pueblo boliviano el que decida el rumbo a seguir.
– confiamos en que el pueblo boliviano sabrá defender los incuestionables logros sociales, políticos, económicos y culturales alcanzados en los gobiernos de Evo Morales, sobre todo en beneficio de las clases más desfavorecidas.
Por último, hacemos nuestras las palabras del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva: „Es lamentable que América Latina tenga una élite económica que no sabe convivir con la democracia y con la inclusión social de los más pobres“.